Els arguments de Lafarge

El saneamiento de las aguas residuales urbanas en Cataluña genera anualmente cerca de 600.000 toneladas anuales de biosólidos, expresados en materia fresca, en las condiciones en que se expiden en las depuradoras.  El criterio general en la gestión de estos biosólidos emana de las normativas autonómica, estatal y comunitaria en materia de residuos y de gestión […]

El saneamiento de las aguas residuales urbanas en Cataluña genera anualmente cerca de 600.000 toneladas anuales de biosólidos, expresados en materia fresca, en las condiciones en que se expiden en las depuradoras.  El criterio general en la gestión de estos biosólidos emana de las normativas autonómica, estatal y comunitaria en materia de residuos y de gestión de biosólidos, y se lleva a cabo de acuerdo con la siguiente jerarquía de opciones: (1) reducir, (2) reutilizar; (3) reciclar; (4) aprovechar como combustible. 
De acuerdo con la jerarquía de gestión de residuos, el Programa de Barros y los principios de proximidad y autosuficiencia, se prevén dos vías principales de gestión de los biosólidos procedentes de las depuradoras: (1) la aplicación al suelo para agricultura, compostaje, etc., (2) la valorización energética.
La valorización de biomasa en cementeras beneficia a todos: a la sociedad, porque contribuye a eliminar de manera correcta y segura residuos que ésta genera; al planeta, porque reduce las emisiones globales de CO2, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático; y a las empresas que la practican, porque contribuye a su competitividad.
En nuestra planta de Montcada i Reixac, el volumen de biomasa que se valoriza viene determinado por las salidas de lodos de las depuradoras de Cataluña y por la capacidad de valorización de las instalaciones existentes.
Desde que la Generalitat de Cataluña concediese a la planta de Lafarge Cementos en Montcada i Reixac los permisos definitivos hace tres meses, la fábrica ha valorizado en torno a 2.500 toneladas de lodos secos de depuradora procedentes de las gestoras de aguas de las localidades de Besós, El Prat, Rubí, Granollers y Vic.
Con la valorización de residuos se recupera el valor energético y mineral de los mismos, que de otra forma se perdería. Todo ello sin generar ningún tipo de residuo ni elemento tóxico ya que las temperaturas de combustión de nuestros hornos son 2,5 veces más altas que las de las incineradoras y conllevan la eliminación total del residuo.
La fábrica de Lafarge Cementos de Montcada i Reixac cuenta con una estricta política medioambiental que se manifiesta en la preservación de la biodiversidad, el uso eficiente de los recursos y la lucha contra el cambio climático.
El uso de biomasa como combustible alternativo en sus fábricas de cemento es precisamente una de las principales medidas adoptadas para luchar contra el cambio climático, en tanto que permite reducir las emisiones globales de CO2. Este aspecto pasa a ser una obligación en las nuevas directivas europeas para cumplir compromiso de Kioto. En concreto, la medida implantada en Montcada i Reixac supone un ahorro de emisiones de CO2 de hasta 20.000 toneladas al año, contribuyendo favorablemente a la lucha contra el cambio climático.
En este contexto, la fábrica ha realizado ya una inversión que alcanza los 5 millones de euros para adecuar sus instalaciones a la valorización de biomasa como combustible alternativo.
Cabe destacar que, aparte de sus reconocidas ventajas medioambientales, la valorización de biomasa en cementeras supone un coste significativamente menor para los contribuyentes que depositar los residuos en vertederos.

Seccions:
Etiquetes:

Deixa un comentari