Imaginando Terra Nostra…

Pensamos en mejorar los barrios y muchos hasta deseamos involucrarnos

Pla aeri del barri de Terra Nostra
Arxiu La Veu

Comprender el pequeño universo de Terra Nostra es entender la idiosincracia de Montcada i Reixac,  un municipio descosido y trinchado, como los otros once barrios que lo componen,  por infraestructuras (carreteras, líneas férreas, autopistas), muchas de ellas al servicio de la gran metrópolis que es Barcelona, con lo que nos convertimos en su patio de atrás.
Leí hace unos días en El Periódico una entrevista a nuestra alcaldesa, Laura Campos,  en la que afirmaba que todo ello nos parte la ciudad en cachitos, lo cual­ difumina “nuestro sentimiento de pertenencia a la ciudad” por lo que “cada uno se siente de su barrio”.  Y así es.
Mejorar la calidad de vida de sus vecinos es el objetivo del gobierno municipal, luchar para que se lleve a cabo tiene que serlo el de cada uno de los ciudadanos y para ello, en una época en la hablamos de procesos participativos y de colaboración ciudadana,  es fundamental el conocimien­to del espacio urbano próximo y cómo funciona el día a día de los barrios antes de tomar decisiones que muchas veces par­chean problemas sin solucionarlos.
Hablemos de Terra Nostra (3.000 habitantes de los 36.000 y pico del total de Montcada) y de la loable iniciativa municipal para mejorar el barrio, un barrio que es muchos en uno, recordemos la constante que se repite: una carretera que divide, una línea férrea en medio del puzzle…
Por eso cuando desde el Ayuntamiento se decide que el asfaltado de la avenida Terra Nostra es una oportunidad para llevar a cabo un ejercicio de ‘urbanismo táctico’ y actuar sobre el territorio, un grupo de vecinos de la zona, por el momento nada organizados, decidimos compartir una serie de inquietudes. Aquí van unas cuantas:
Suena bien variar el recorrido del bus 155 para conectar los diferentes núcleos del barrio, asfaltar y pacificar la Avinguda Terra Nostra, mejorar el vial paralelo a la Riera Sant Cugat o incrementar la seguridad en el acceso del Mitja Costa, pero no trasladar el incremento de tráfico a diferentes puntos calientes: entre las calles Antoni Pujades y Montsant,  por debajo de un precario túnel frente al Mitja Costa con una doble curva en pendiente con autobuses y camiones en juego o aumentar la circulación cerca de la estación de tren.
Imaginamos un barrio sin más fronteras, manteniendo el doble sentido de circulación en la avinguda Terra Nostra,  instalando un par de radares de velocidad en el barrio (30 km/h), eliminando plazas de aparcamiento (28) en la citada zona entre la escola Mitja Costa y la calle Llorer para reubicarlas en el parking del inicio de Antoni Pujades o en la zona de la escuela en la Riera Sant Cugat,  con lo que se podría ampliar­ la acera junto al Mitja Costa y mejorar la seguridad. Imaginamos mejores barrios y muchos hasta deseamos involucrarnos en su progreso.

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